Por VozEs
Conjuntar sus conocimientos y formación de química con su interés y gusto por el arte para generar un impacto en la comunidad y el medio ambiente es la meta del trabajo de la mexicana Maru García.
El interés por lo vivo, cuidar los recursos, reciclar y adaptarnos a lo que se tiene, son enseñanzas de vida con las que la artista creció, por ello quiere dedicar su trabajo a cuidar y respetar la naturaleza.
«Muchas de las personas latinoamericanas, tenemos esto que nos inculcaron nuestros padres y abuelos, que es el interés de lo natural y el cuidado de los recursos, mi abuela y mamá le hablaban a sus plantas, siempre tuvieron ese interés por lo vivo» comenta la artista quien radica en Los Ángeles California desde hace aproximadamente 3 años.
Estudiar una Maestría de Arte de Medios en UCLA fue lo que la trajo finalmente a este país, este programa que busca gente con un perfil en ciencia o tecnología fue perfecto para satisfacer su interés por explorar nuevas disciplinas, además su formación en Química y Biotecnología en el Tecnológico de Monterrey en México, la hicieron la candidata perfecta.
Pero ese salto disciplinario no fue fácil, admite Maru, ya que además de tener que armar un portafolio visual, tuvo que cambiar de país, idioma, lenguaje y acostumbrarse a nuevas plataformas para mostrar su trabajo.
«Preparé mi portafolio con lo que tenía en el laboratorio, materiales, todo con contenido científico, fotos de proteínas, ecosistemas» recuerda Maru a quien el estar en este país le ha permitido adentrarse en la tendencia de lo interdisciplinario, con su meta siempre en el cuidado del medio ambiente.
El salir de la ciencia a las humanidades y salir de la industria farmacéutica a una galería de arte le ha otorgado la satisfacción de explicar sus investigaciones y resultados de una manera diferente y sobre todo de generar un impacto real en el espectador y la obra como tal, la naturaleza. Y es que en las ciencias el lenguaje es exacto y objetivo, no así en las artes.
«Uno tiene la libertad de meter su propia subjetividad, poder meter mi punto de vista, mis experiencias, vivencias, me permite expresarme, comparado con las ciencias, las cuales sigo respetando y valorando y amo hacer proyectos científicos pero la libertad que me dieron las artes me ha gustado mucho, lo he experimentado y es muy valioso, ha llevado para mí una forma de desarrollar mi propio lenguaje, lo que observo en la naturaleza ahora lo puedo expresar en una imagen, antes era más cuantificable» explica García.
Renovando el suelo a través del arte
29 piezas de cerámica con suelo contaminado de diferentes sitios del Sureste de Los Ángeles y proyecciones de video que enfrentan al espectador a verse como seres bioremediadores, formaron parte de la muestra «Vacuoles: Bioremediating Cultures» (Vacuolas: Culturas Bioremediadoras) en el 2019.
Este proyecto de «Vacuolas» fue una investigación de tesis que la artista realizó sobre un problema del este de LA, en donde una empresa que estaba haciendo reciclaje de baterías al no tomar las precauciones necesarias, lanzó al aire plomo y otros contaminantes. Esto ocurrió por cerca de 30 años y varias comunidades se han visto afectadas.
«Se depositó por tantos años en el suelo, cerca de 10 mil propiedades están contaminadas y es muy peligroso. El plomo ataca el sistema nervioso, y ataca el sistema cognitivo sobre todo en niños» explica Maru.
Después de que la empresa cerró, el suelo no ha sido limpiado adecuadamente, lo cual le causó una gran impresión a la artista quien se dedicó a investigar a fondo el problema y descubrió que hay microorganismos, plantas, que a través de sus raíces absorben el plomo. Estas plantas biorremediadoras y bioacumuladoras sanan los suelos acumulando los contaminantes en sus raíces.
En honor a estas plantas, la artista literalmente tomó el suelo y lo colocó en estructuras de cerámica que representan principalmente los sitios en donde se encuentran niños, como guarderías, escuelas y parques sobre tierra contaminada.
«A mí se me hizo muy significativo su capacidad de sanar, la mostaza y la planta de girasol son buenos acumuladores, específicamente a nivel celular, estas plantas guardan el plomo en unos organelos celulares que se llaman vacuolas, y fue la forma que les di a estas piezas de cerámica» explica García.
A partir de esta exhibición, a la investigadora se le abrieron las puertas en una galería en el Sur de Los Ángeles con la que durante los siguientes 3 años dará continuidad al proyecto de remediación de suelos para dar una propuesta alternativa a las comunidades más afectadas que en su mayoría son personas de color. Tal investigación desembocará en una exhibición artística para exponer el trabajo realizado.
Además de este proyecto, Maru ha colaborado con los centros de investigación Art-Sci Center y Counterforce Lab en UCLA. Ha participado en conferencias, exhibiciones en solo y en grupo en Norteamérica, Europa y Asia. Fue artista en residencia en el Centro Nacional de Recursos Genéticos en México.
Ha recibido reconocimientos de Los Ángeles Sustainability Collaborative, Clifton Webb Scholarship for the Arts, y de Fundación Jumex. También trabajó en el Instituto de Investigación del Museo Getty en el programa de escolares titulado “Arte y Ecología” en 2020.
Actualmente se encuentra basada en Los Ángeles y es artista en residencia en el Campus de Pando Populus en Monrovia, California, una aceleradora de iniciativas ecológicas. Es embajadora 2020- 2021 para Supercollider, una galería especializada en arte y tecnología.
A pesar de la incertidumbre económica que caracterizan al mundo del arte, la creadora ha logrado posicionarse en el mercado anglosajón buscando oportunidades e incluyéndose en círculos de arte, ciencia y ecología; anhela regresar a México y poder llevar al país este tipo de proyectos y esta ola de arte que tiene la capacidad de traer soluciones a las comunidades más vulnerables.
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