Por Edmundo Pacheco
¨Antes retrataba el camino de las personas que viajaban hacia Estados Unidos; ahora soy una cifra más junto a ellos en las estadísticas de este país.¨
Fotos de la serie ¨MIGRACIÓN¨ tomadas durante el 2012-2013 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México; las fotos muestran el viaje de personas de Centroamérica en su viaje hacia los Estados Unidos por la ruta del occidente del país.
Soy un caminante libre de este mundo. Libre de nacionalismos o compromiso hacia bandera alguna (trapos arcaicos, pestilentes, manchados de sangre, con ínfulas de poder y opresión).
No me considero inmigrante, puesto que la tierra entera la considero mi hogar. Camino a mi antojo haciendo caso omiso a las ridículas divisiones llamadas fronteras.
Doy la espalda a los nacionalismos, mi compromiso debiera ser con los de mi especie, pero con vergüenza aborrezco nuestro comportamiento con el planeta y otros seres que nos rodean.
¿Cómo podría sentir orgullo de ser llamado simplemente mexicano? Mi identidad es mas grande que un simple adjetivo. Mi identidad es picosa y atiborrada de colores como una niña pequeña jugando a ser mayor. Mi identidad se ha nutrido a cada paso durante mi camino por este hermoso planeta, por los trinos de miles de aves y el rugido del relámpago; se ha moldeado a través del tiempo y la memoria.
Las clasificaciones separan, dividen, aíslan; las denominaciones son para las ovejas que necesitan ser guiadas y alimentadas con credos patéticos, se las dejo a los pobres de espíritu, hipócritas ciegos, paganos que adoran figuras de yeso vestidas con hilos de oro.
Fingiría al sentir orgullo por llamarme mexicano cuando en este viaje-experiencia, fuera de donde nací y crecí, ha sido de mis ¨paisanos¨ que he vivido el mismo racismo del que tanto nos quejamos, por el simple hecho de atreverme a pensar, a cuestionar y en ratos a oponerme a nuestra violada e impuesta identidad, y por no haber comprendido desde hace tiempo el folclore popular.
Mi identidad responde más, al instinto animal de poder saber cuándo hay que cazar para alimentarse y vestirse; a la sobrevivencia, que a la obsesión compulsiva de acaparar por simple poder.
¨Viaje psicológico y visual generado después del final de una hermosa y destructiva relación que me llevó a una entera reconstrucción dentro de un país nuevo y ajeno.¨