Por Kurma Murrain
América lo tocó todo con sus estrellas blancas y sus franjas rojas
Mi niñez despertó a la música con palabras irreconocibles que sazonaron nuestro
corazón para hacernos olvidar que nuestros estómagos estaban vacíos.
América, con sus caminos dorados y su agua caliente…
Sus flores amarillas volteando a saludar a Dios
Casas mágicas donde cada persona tenía su propia habitación y una cama con
sábanas
América, con sus misioneros hablando de un hombre que murió para salvar al
mundo
¿Cómo pudo alguien morir para salvarnos?
¿Cómo pudo alguien morir y salvarme… a mí?
América, su fuego fue el que mató a Pablo y detuvo los carros bomba llevándose
con él el pánico constante, los sueños interrumpidos
América, su abrazo vino en la noche y partió en la mañana dejando un dulce
aroma de rosas en el aire
América, con su Coca-Cola para apagar la sed, esferos Paper Mate para escribir en nuestros cuadernos nuevos, solamente si teníamos buena letra
América, y sus Levi’s que heredé de mi hermano
Porque nada era nuevo para esta pequeña niña
Excepto su vieja esperanza y un corazón helado, ositos de gomita y dolor.
Poema de su libro más reciente Cafe, Amor y el Sueño Americano que se puede adquirir en Amazon.com
Conoce más de la poeta en nuestra sección de travesías y en su sitio web: www.kurmamurrain.wordpress.com