Por Rosy Acosta
Que no se nos vaya el tiempo
para contarte
que aquí se desborda el agua.
Ni para recordarte
que allá el desierto huele a humo.
Jugábamos todas las noches
en tu pasillo repleto de plantas.
En mis sueños todos sentados juntitos
todavía tú nos aguantas.
Pensé en pedirles volver
pero ya no estás para jugar.
Y aunque todos seguimos atentos
Ahora estamos a destiempo.