Por Sorayda Díaz
Carla Aaron-Lopez creció en las calles de Beatties Ford en Charlotte, Carolina del Norte. Su trabajo es multidisciplinario, realiza collages, videos y fotografía entre otras cosas, suele procrastinar y le gustan las fiestas. Comenzó a dibujar porque odiaba hablar con la gente. “Si no me gustaba la gente con la que estaba hablando, los dibujaba” dice. También fueron los videos musicales que veía con el cable de la casa de su abuela los que influenciaron su trabajo.

Es maestra y madre. Alguna vez se interesó también por el diseño de modas y quería ser chef, pasó por varios cambios de identidad; ahora en su adultez, sigue dibujando y haciendo arte. Carla ya habla con la gente, sobre lo que la inspira, lo que acontece en su comunidad y la importancia del arte y la colaboración. Tal es así, que recientemente colaboró en los murales comunitarios con la artista Costarricense Irisol González imprimiendo su sello en las paredes del supermercado latino Compare Foods.
Foto Cortesía Irisol Gonzalez, Carla Aaron-Lopez y Kurma Murrain. Diseño de Texto en Mural de Aaron-Lopez Foto Cortesía
Entre sus proyectos más grandes y recientes, se encuentra LOCAL/STREET, una instalación en el Mint Museum Randolph en la que reunió a más de 40 creativos, para que transformaran las paredes del museo en una muestra de diversidad y creatividad.

Nos reunimos con Carla en BlkMrkt Charlotte, colectivo del que forma parte desde hace tres años, ahí nos abrió las puertas no solo a su “espacio seguro”, sino a la infinidad de aprendizajes que le ha dejado su trayectoria como artista y miembro de la comunidad, sobre la importancia de la alianza y la fuerza generadora de cambio que se puede tener a través de ella.
Aliada del inmigrante
Carla ha creado alianzas con la comunidad inmigrante, cada vez que habla con algún miembro de ella, elige estar callada y escuchar.
¿Qué escuchas?
Las cosas con las que se enfrentan, las cosas que dejan detrás, que llegan aquí y forjan su identidad en base a etiquetas que ellos no conocían y que en primer luegar ni siquiera sabían que existían. Pero así es como “América” funciona, y América va a ser América.
Siempre me encuentro que la gente tiene un desconocimiento sobre lo que ocurre en este país, mucha gente está ausente de la historia, de lo que ha pasado en América; en lugar de continuar creando divisiones entre las comunidades, prefiero participar activamente creando puentes, porque todos estamos aquí ahora, yo tengo un hijo, tu tienes un hijo, y quiero que en donde vivo, mi hijo sea feliz, en su departamento o casa, en su comunidad, me preocupa que mi hijo y los hijos de los demás sean vistos como un estereotipo o una etiqueta, y no como niños felices miembros de una comunidad.
Eso escucho y eso me preocupa, entonces lo que hago es tomar mi identidad, el hecho de que soy negra y puertorriqueña. Criada por gente negra, sí, me identifico como negra principalmente, aunque mi padre era de Puerto Rico, estuvo ausente en el sentido de conectarme con ese lado de mi identidad, ese lado mío está ausente, no hablo el idioma estoy desconectada de esa parte, ahora lo que hago es conectarme con todos para aprender más sobre mí y ellos y la cultura, para llenar estos sentimientos intuitivos que tengo y siento en mi estomago.
No hablo el idioma pero escucho, observo, y me reflejo en los demás, y veo que todos esencialmente queremos las mismas cosas, sentirnos seguros, reconocidos y vistos.

Creo que podemos trabajar a través de las barreras del lenguaje, los humanos lo hacemos todo el tiempo, estoy aquí para escuchar, vivir la experiencia, algunas veces no se qué decir pero apoyo la causa del inmigrante, porque viven al lado mío, son mis vecinos y quiero entender lo que les pasa.
El concepto de “vecino”
Entre la pandemia y el ahora, el concepto de vecino necesita ser importante porque esta etapa nos enseña que tenemos todo lo que necesitamos aquí mismo. Sí, todavía podemos viajar y hacer cosas, pero las principales las tenemos aquí en nuestra comunidad.
No, es cierto que quizás no tengo el dinero para ir a Colombia o Guatemala, además no me interesa ser uno de esos turistas que solo va a estos países a gastar su dinero a raudales, cuando no conocen o peor aún, no aceptan a la comunidad de esos países aquí en Estados Unidos.
¿Qué pasa con la gente de estos países que viven aquí?, son nuestros vecinos, no los podemos ver como gente de segunda clase, o lo que sea la definición que la gente blanca en América ha creado para ellos, esta definición ha sido tan fuerte y cruel que ha cambiado al mundo.
Si claro que quiero visitar esos países, pero comunidades que pertenecen a estos lugares las tenemos aquí, si no los acepto aquí como quiero ir a visitarlos y explorar sus comunidades allá. Esa es la reflexión que se tiene que hacer.
Aceptación y reconocimiento de identidad
Siempre siento que hay un hueco que debo llenar respecto a mi identidad puertorriqueña, primeramente no hablo el idioma, siento que me pierdo algo, que me falta algo que no sé que es.
Yo soy maestra, tengo alumnos de color, y lo que me he dado cuenta con el tiempo es que entre mejor sea capaz de identificar la cultura de mis estudiantes, sobre todo mis estudiantes Latinx, mejor se sienten a mi alrededor, se sienten cómodos. Que identifique y sepa que son de Honduras, o El Salvador, o Mexicanos, estos niños ya traen su carga de sentimientos y experiencias y no tienen que pasar por más en la escuela. Eso es horrible, que con tan solo doce años o menos ya estén pasando por todos esos conflictos.
Hacer ese trabajo extra de crear comunidad no cuesta nada, darles voz y representación ayuda a crear un mejor mundo para ellos. Conocer el bagaje que llevan cambia por completo la vibra y el ambiente en el salón de clases, además soy muy curiosa, quiero conocer este mundo y su gente, por que sí, disfruto mi burbuja que he creado, pero espero con esa burbuja influenciar a más gente.

Algo que siempre comparto con la gente es que todos tenemos una filosofía de vida, una del mundo y otra personal. Mi filosofía personal, sobre como me desenvuelvo en público y como lo hago en mi casa es así: si piensas esta filosofía como una casa, cada casa tiene una fundación, la mía es mi identidad negra, la cultura, la historia, mis memorias y mis experiencias como parte de la comunidad negra en América, esa es mi fundación.
Pero después construyo mi “casa” alrededor de lo que veo y pasa en el mundo, quizás con una retórica asiática en la estructura de mi casa, o un diseño keltico dentro de ella; porque estoy activamente viendo lo que sucede en el mundo, y este es parte de mi casa, es mi hogar también.
Pero por el hecho de tener una fundación en la cultura negra y las injusticias sociales que ha sufrido esta gente en América, soy capaz de entender y darme cuenta de las injusticias de otros en el mundo. Solo porque me sucede a mí y a mi comunidad no significa que a otros no les ocurra algo similar.
Cuando escucho las injusticias que suceden en otros lados, digo “Fuck, shit was fucked up for you too”, comienzo a mirar esas historias desde un lente diferente, creo que todos merecemos eso, un poco de empatía.
¿Cómo nos comemos el caballo?
Una mordida a la vez. Poco a poquito, en la carrera larga. Prefiero influenciar a una persona cada mes, que a miles en diez minutos. Eso no me interesa ni preocupa, creo que mientras continuemos haciendo nuestro trabajo en colaboración vamos a ir creando una comunidad hermosa, y eso vale la pena.
Si nos encontramos en nuestros territorios y observamos en silencio, participamos y luchamos por los derechos y problemas de todos, ya logramos mucho.
Eso es realmente todo para mi, quiero vivir junto a una comunidad unida, en la que podamos mejorarla con toda la cantidad de creatividad que se necesite, desde escribir, pintar, cantar, lo que se necesite para mejorarla, así es como se comienza a producir un cambio a través del arte.
Conoce más de esta artista aliada de la comunidad Latinx y sus próximos proyectos en su página de IG @iamkingcarla