Prisca Dorcas; vulnerabilidad y fuerza en español

Por Sorayda Díaz

Para chicas fuertes de corazón tierno y piel canela, es el título en español del primer libro de Prisca Dorcas Mojica Rodríguez, publicado originalmente en inglés en el 2021, esta traducción llega para una audiencia muy especial:

“Mis papis, mis primas, la audiencia en la que pienso cuando escribo, pero con la que no siempre me puedo comunicar como quisiera”. 

Cada una de las palabras en el texto fueron revisadas y en ocasiones cambiadas por la autora, para asegurar que el sentimiento de sus palabras y expresiones en inglés no se perdieran y que esta carta de amor para mujeres de color, llena de vulnerabilidad y fuerza, se leyera en toda su intención: empoderarlas. 

En conversación con VozEs, la nicaragüense, oriunda de Managua, y quien radica ahora en Nashville, Tennessee, nos platica de su experiencia al tener esta traducción publicada, lo que esa vulnerabilidad le ha costado y le ha ganado, su experiencia al escribirla y vivirla.

Prisca ¿Qué significa tener esta versión en español de tu libro?

No puedo creer que exista una versión que mi mami y papi puedan leer, ellos no han aprendido muy bien el inglés y la posibilidad de que puedan leerlo es otra realidad, que mis primas, mi familia lo lean… Ellos son la audiencia para la que pienso cuando escribo, pero no siempre con la que me puedo comunicar, mi educación fue en inglés, entonces mi vocabulario en español no es tan amplio como mi vocabulario en inglés. Las conversaciones que vamos a poder tener si ellos leen el libro es lo que me emociona. La audiencia creo que va a ser más centroamericana, espero que “Nica” también.

Cuando Penguin Random House me lo ofreció, estaba en shock, pude seleccionar quién iba a hacer la traducción y hacer correcciones y sugerencias, tuve que mirar muy de cerca e imaginar a la persona que estaba leyendo, pensar: ¿cómo van a entender o bloquear la habilidad de lo que están leyendo? 

Ha sido una experiencia interesante, no sé si mis papis lo han leído; creo que les da mucho miedo que digo lo que digo y cómo lo digo y porque soy mujer diciéndolo, no hablan para nada del libro.

Me ayudaron a escribir el capítulo de “volunturismo”, a recordar los detalles, pero no me han hablado si lo han leído, mi hermana es la única que lo ha hecho, ya veré si lo leen.

¿La audiencia que buscas, en el caso de la versión en inglés, y la sociedad estadounidense, es también una audiencia anglosajona? Es importante que ellos sepan y conozcan estas historias, ¿no crees? El título me da una respuesta ya implícita, ¿pero no consideras importante que también les llegue el mensaje?

Yo creo que es importante que lo lean, pero no es mi prioridad ni convencerlos de que deben de leerlo, eso me ayudó a escribir el libro, priorizar historias sobre otras; enfocados en una audiencia blanca, cambiaría el libro entero, si hubiera pensado en cómo lo van a leer sin cerrar la página, tendría que escribir diferente, hay bibliotecas llenas de libros de ellos, yo leí libros para ellos toda mi vida. El Baby Sitters Club, por ejemplo, yo era una fanática, yo me iba a Goodwill y compraba los números, pero a mí me encantaban, porque eran chicas de mi edad, y eso era suficiente. 

Creo que si yo me puedo doblar y adaptar para leer los libros que no fueron pensados para mí cuando se escribieron, ellos pueden también hacer lo mismo.

Mi enfoque nunca ha sido cambiar la mentalidad, ellos tienen el poder de cambiar estos sistemas y no lo han hecho, si me enfocaba en ellos, era perder la oportunidad de llegar a quienes realmente quería. 

Creo que todo mundo tiene diferente llamado, mi ministerio no son ellos, no me ha funcionado y ha sido difícil para mi salud mental. Esa no ha sido mi misión, hay que saber a dónde uno sí se siente llamada.

Son conversaciones incómodas, enfrentarse a ellas, tú no lo hiciste con tu amigo que describes en el capítulo de «Volunturismo» cuando viste su foto con el grupo de niños de color. ¿Por qué?

Es curioso, a veces uno no sabe qué decir en esos momentos, no sé responder en el momento y en el minuto, yo solo me quedé con los pensamientos y me arruinó la noche. Un año después de que me gradué yo escribí esa historia, al fin entonces pude ponerle nombre a lo que pasó.

Interesantemente, mi agente, él es blanco y puertorriqueño, me buscó porque la pieza sobre «volunturismo» que salió en 2017 fue viral en websites para misioneros blancos, no era para ellos, pero les llegó y ahí empezó mi carrera; pero empezó sin que mi audiencia fuera como tal blanca.

Aun así, ahora ya estamos en 50 mil libros vendidos, y no he escrito para personas blancas, a ellos les sorprende, a veces un libro aunque no sea para blancos puede también vender y tener éxito.

¿Qué implicaciones tiene no ponerle nombre o catalogar las cosas? Eso lleva a que la persona se acostumbre a vivir así, a aceptar algo por no saber qué es lo que se siente y a veces contribuir a ello, hablando del racismo, masculinidad tóxica… (temas que tocas en tu libro).

Es importante darle nombre a los sentimientos, eso activa algo; sin nombre damos diferentes justificaciones: “dios no te da más de lo que puedes aguantar”, por ejemplo. Así a veces se justifican, se aguanta maltratos, se creen fuertes, aunque ven y sienten lo que está sucediendo, pero le dan otra respuesta para evitarlo.

Individualmente, yo sentía que no era inteligente, creía que todo era mi culpa, y eso me mantenía preocupada… creía que todo iba a cambiar si yo mejoraba, si estudiaba más, me preparaba, pero aunque mejoré no iba a cambiar la situación porque eso es algo sistémico, es algo más grande que cualquier respuesta que hemos buscado y encontrado. Eso era el racismo sistémico, que me hacía sentir así. No era que yo no fuera inteligente. Como no lo es que las mujeres sean fuertes por aguantar maltratos, eso es “masculinidad tóxica”. 

¿Cómo lo lograste? Darte cuenta y enfrentar esos conceptos.

Contando mis cuentos, cuando empecé a escribir mis historias, mi popularidad tuvo mucho que ver, con que decía algo que no era único y que solo a mí me pasaba, creo que ahí está el fenómeno, pensé que era única y comencé a decirlo porque me dolía y me empezaron a llegar mensajes diciendo que les sucedían cosas exactamente como a mí.

Sin embargo, decirlo en mi familia no fue fácil, porque existe esa idea de no contar lo que nos pasa, no “hacernos la víctima”. Para mí ha sido un test, el ir en contra de lo que me han dicho, de cómo debo de hablar de las bendiciones que Dios me ha dado.

¿Cómo lo he hecho? He tenido que decir lo difícil que ha sido y que es igual para otras latinas, sigo sintiéndome una impostora, pero sé que no es mi culpa, y eso es lo que me ha quitado el sentimiento de que hubiera podido haber hecho algo mejor.

Hay que desahogarse y contar nuestros cuentos, nos mantenemos muy cerrados y eso no nos ayuda, en específico no en este país. 

Tu audiencia, en esta versión en español, ¿cómo crees que la van a recibir? Sobre todo a quien no vive en Estados Unidos, la cultura es diferente a la de nuestros países, y esas experiencias quizás son hasta cierto punto distintas y ajenas.

Te cuento que cuando terminé de escribir el libro en septiembre de 2020 y no se publicó y salió a la venta hasta septiembre de 2021, la versión en inglés. Creí que todo mundo lo iba a odiar, me dije todas las cosas feas, te puedo decir que página y que secciones creía que me iban a destruir, pero creo que no me van a decir nada que no haya ya anticipado.

Creo que le voy a caer mal a alguien, entre ellos mis papis, mis amigas de la iglesia, mis primas, todavía tienen esos refranes, frases que justifican los conceptos que hablábamos antes. Quizás, me digan: siempre había comida en la casa, ¿qué más necesitabas? ¡Mucho más!.

Ojalá que la manera en que escribí el libro les llegue y entiendan que fue con mi vulnerabilidad de frente, espero que cualquier defensa que vayan a tener, se baje cuando vean que les estoy dando lo que quieran para destruirme con todos mis cuentos.

Me estoy parando desnuda frente a todo el mundo, y me puede doler tanto, pero si eso es lo que se necesita para que una familia pueda cambiar la historia y que cambie perspectivas y se puedan llegar a sanar generaciones, then it’s ok.

Prisca Dorca Mojica Rodríguez

Prisca es líder, activista, escritora, teóloga, feminista y conferencista, es la fundadora de la plataforma Latina Rebels en la que cuenta con más de 300 mil seguidores orgánicos en línea. Ha aparecido en Telemundo, Univision, Mitú, Huffington Post, Latino Voices, Guerrilla Feminism, Latina Mag, NBC, MTV, Cosmopolitan, Everyday Feminism, PopSugar, y la lista continúa. Debido al extenso trabajo de Prisca, también ha trabajado con la Iglesia Metodista Unida, el Fondo Nacional de las Artes, el Smithsonian, NALAC, Planned Parenthood e incluso fue invitada a la Casa Blanca de Obama en 2016.

Es Magister en Divinidad por la Universidad Vanderbilt. Actualmente, está escribiendo una antología nicaragüense de recetas. Esperando recopilar y salvar todo ese patrimonio culinario, las historias de su cultura y mantener vivas las enseñanzas de las abuelas.

Compra el libro en el siguiente enlace: https://bit.ly/3ToaHgg

Fotos: Cortesía

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