Por Keudis Sanchz
Como artista, siempre encuentro inspiración en el trabajo de otros artistas, y como mencioné anteriormente, la ciudad Reina tiene una infinidad de obras de arte que me invitan a reflexionar y pensar. Entre las personas, galerías, museos, murales y esculturas que capturan mi atención, no me canso de observarlos cada vez que tengo la oportunidad. Puedo asegurar que esta ciudad cuenta con innumerables fuentes de inspiración que me hacen crecer y que no atraen a todos por igual.
En el centro de la ciudad, específicamente en 137 E Trade St, Charlotte, NC 28202, en el Bank of America Plaza, se encuentra una escultura que capturó mi atención desde el primer día que la vi en 2017. Aunque era mi primera vez en Charlotte, esta escultura llamada “Il Grande Disco” me resultó interesante y familiar. Es una pieza única, con apariencia futurista, una escultura circular o en forma de rueda hecha de bronce con grabados o relieves oscuros que le dan profundidad. Para muchos, parece una moneda. Esta obra, creada por el arquitecto italiano Arnaldo Pomodoro, fue un regalo del artista a la ciudad y se instaló el 2 de octubre de 1974. Desde entonces, ha permanecido en el mismo lugar. Según mi investigación, en algún momento, solía girar lentamente sobre su propio eje y las personas que se acercaban también podían hacerla girar más rápido.
Un dato curioso que descubrí es que esta escultura no es la única de su tipo, ya que existen muchas otras en diversas ciudades del mundo. Tres de ellas se encuentran aquí en Estados Unidos: una en el campus de la Universidad de Chicago, instalada en 1968; otra en los Jardines de Esculturas Donald Kendall en la sede de PepsiCo en Purchase, Nueva York, instalada en 1974; y la de Charlotte. Otras dos se encuentran en Milán, Italia: una en la plaza de Filippo, instalada en 1980, y otra en el teatro Strehler, instalada en 1972.
Cada vez que veo esta escultura, me detengo a observarla y disfrutarla. Siempre veo en las formas que se encuentran en su interior una ciudad con sus edificios y calles. En una ocasión, le comenté a alguien que me resultaba familiar, y luego recordé que en mi ciudad natal, Caracas, Venezuela, específicamente en Chuao, frente a la torre Banaven (conocida como el cubo negro), hay una pieza similar que se instaló en 1982. Por eso me resultaba tan familiar. También aprendí que todas las esculturas son un rompecabezas, y cada pieza encaja con las demás.


Frente a la escultura, en el suelo, hay una placa que contiene una declaración del artista. Aquí comparto lo que dice:
“Nuestra vida hoy está llena de crisis… de movimiento… de tensión. No sabemos en qué se convertirá nuestro mundo. Trato de transmitir algo sobre esta incertidumbre a través de mi trabajo. Intento comunicar una sensación de vitalidad y conexión con el movimiento de la vida actual… y ser parte de ese movimiento.
El desafío social del arte hoy, en mi opinión, es entablar un diálogo con las personas.
Espero que eso sea lo que suceda aquí con la Gran Disco. Arnaldo Pomodoro 2 de octubre de 1974 Un regalo para la gente de Charlotte de NCNB and Carter & Associates”
Quiero invitarlos, por amor al arte, a aprovechar la oportunidad de observar y analizar esta escultura, así como muchas otras, yendo más allá de simplemente tomar una buena foto. Busquen esa inspiración para cualquier cosa que hagan en la vida. Observen lo hermoso que esta ciudad nos ofrece. Vivamos plenamente y disfrutemos cada detalle, ya que aunque parezca pequeño, puede dejarnos un buen recuerdo en nuestras vidas. El arte es medicina para el alma y estimula el pensamiento crítico
