Por Sorayda Díaz
El trabajo de Antonio Alanís, aborda los temas de la multiculturalidad. Contrario a no sentirse “ni de aquí ni de allá” el mexicano se siente “de aquí, de allá y de las dos partes”.
Alanís viene de una generación que emigró de su país a los cinco años, a un país que le dio la bienvenida, la fortaleza de ser una persona de dos culturas y un sin fin de oportunidades nuevas para él y su familia.

Su historia no es única, las cartas que le escribió a su padre cuando ella todavía se encontraba en Michoacán y su papá buscaba ya una mejor vida en Estados Unidos, no son únicas; son las historias de muchos migrantes que han experimentado la distancia y la lejanía de sus seres queridos.
Su historia comienza como la de muchos de sus paisanos, y su trayectoria se ha definido por buscar el entendimiento y la búsqueda de que la palabra inmigrante sea algo positivo y en dar a conocer su cultura y su identidad.
“Yo respeto mucho mi cultura, no estoy de acuerdo de la narrativa de que somos personas, así de esas como nos han pintado los medios, desde hace mucho tiempo; sí, yo llegué a este país sabiendo poco de mi cultura y mi identidad, fue hasta la universidad que me enteré de cosas que no sabía, había crecido desafortunadamente desconectado de la cultura latinoamericana” comenta el pintor.
Sin embargo, a pesar de esa desconexión, Antonio ahora busca resaltar el orgullo, las historias y las discusiones que se generan en torno a los temas de la identidad y la cultura en la comunidad, en la que ha trabajado ya desde hace un tiempo.
Preliminar a su proceso creativo en la pintura o la ilustración, el creativo habla con miembros de la comunidad y crea un espacio que de la bienvenida a la educación, gran parte de lo que hace es en ese ámbito ya que él cree firmemente que el arte puede servir para educar y contrarrestar y tumbar estereotipos.
“Quiero tumbar ideologías incorrectas debido a la ignorancia, al racismo, cada vez que tengo oportunidad de crear narrativas positivas lo hago, y el arte me permite siempre hacerlo”
Desde sus cinco años, cuando jugaba con plastilina o acuarelas, Antonio sintió esa conexión fuerte con el arte, que le permitía expresarse y crear nuevas cosas. Un tiempo quiso ser arquitecto, pero al final estudió su Licenciatura en Lenguas, Romance y Cultura y Literatura Hispana, además de una Maestría en Educación K-12, teniendo siempre de lado al arte y el apoyo incondicional de sus padres.
En el 2018 tomó la decisión de dejar la educación y dedicarse a su arte de tiempo completo, esa decisión, considera es uno de los mayores logros de su vida, lanzarse a producir arte después de un lustro sin él. El arte le dio nuevamente la satisfacción y las herramientas para la felicidad.
“No fue por crear ganancias sino por expresar y ese es un mensaje que debemos transmitir”. Puntualiza Alanís, quien se considera una persona recursiva y con habilidades de trabajar con la gente y la comunidad, por eso aprovechó las oportunidades artísticas que en ese entonces, y hasta la fecha, se han dado en el área del Triángulo (Durhamn-Raleigh- Chapel Hill).



Ser artista es algo tan posible como ser un ingeniero, médico o abogado; un artista crea y aporta a la comunidad y por eso una de sus prioridades como creador es inspirar a las nuevas generaciones, tumbar el mito del “artista hambriento” ya que ser un artista conlleva ser un hombre de negocios, hablar en público, saber de finanzas, de networking, es buscar espacios en los que se trascienda al arte.
Resiliencia a través del arte
En estos años de pandemia, el artista ha dedicado su tiempo a ofrecer espacios de sanación a través del arte. En su serie “Latinx Visual Resiliency Series” explora precisamente la sanación, propia y de la comunidad latina, este proyecto le dio su primer exhibición en solo con el apoyo de Arts Incubator y El Vínculo Hispano en Siler City Carolina del Norte.
“Yo necesito sentarme a procesar lo que pienso, soy una persona muy introspectiva, valoro sentarme conmigo mismo, mi pintura mi pincel y tratar de entender lo que pasa y ese acto de estar en silencio es muy terapéutico para mí, para mí el arte ha sido muy importante especialmente en estos años, lo uso para pensar, reflexionar, planear, poner y entender más lo que estoy viviendo para poder saber qué hacer en el futuro” platica el artista.


A través de su trabajo Xochipilli Project, ofreció un tiempo para la comunidad en el que se distrajeron y enriquecieron su tiempo a través del arte; fue en el otoño del 2021 que realizó nueve sesiones en las que los padres aprendieron lo básico de la pintura al lado de sus hijos, y aunque fue virtual, el evento logró conectarlos a través de sus creaciones que pusieron color a su aislamiento.
Actualmente, el artista busca más colaboraciones con artistas latinos, con la comunidad y con espacios que busquen generar el diálogo y tocar nuestra humanidad, ya que para él “el arte es lo que nos hace humanos”.
“El arte es algo que tiene muchos beneficios, animó a los padres y a la comunidad a que aboguen por las artes, el arte no debería ser un suplemento a la educación, sino tiene que ser algo central como lo son las matemáticas o la lectura, trae muchos beneficios académicos y sociales, el arte es algo muy crucial y deberíamos pensar más críticamente en los prejuicios que traemos a veces con todas las artes”.



Instagram: @AntonioAlanisArt
Artist Website: AntonioAlanisArt.com