Por Kurma Murrain
cuando pierdes una madre, pierdes a tu creadora
a tu diosa
el hogar magnífico donde te refugiaste durante meses de transformación
una vida sincronizada con sus latidos
la unidad espiritual
cuando pierdes una madre, pierdes una hermana
el apretón de manos con una mujer que te apretó primero en su corazón
noches de insomnio bautizando estrellas fugaces
pidiendo por la eternidad de un nuevo día
cuando pierdes una madre, pierdes a tu cómplice
a tu confidente
la que juró por su vida por ti
quien perdió la apuesta con su último aliento en enero
cuando pierdes una madre pierdes a la mejor cocinera
aromas infinitos que se manifiestan en sabores mágicos
lentejas del cielo
maná de la cocina
bailando salsa frente a la estufa
cuando pierdes una madre pierdes las horas, semanas, meses, años
de planificación del reencuentro
carreras de obstáculos contra las autoridades y los incrédulos, todo en vano
no hay oportunidad de pedir y recibir perdón
ni promesas que se hagan realidad
cuando pierdes a una madre, pierdes los pasteles de cumpleaños caseros
empapados en vino en la casa de la madrina
pierdes los fuegos artificiales
los que están detrás de tus párpados
encendidos por el vórtice de su cabello
cuando pierdes una madre, pierdes tu infancia
sí, tu infancia y tu adolescencia
creces como un árbol de acero con un fruto brillante
un árbol de exhibición
cuando pierdes a tu madre pierdes el sonido de la risa
carruseles, clarinetes, pianos, armónicas, móviles de campanillas en el jardín
magnolias cayendo como la nieve
cuando pierdes a tu madre el viento se detiene […]