Por VozEs

De pequeño, Carlos Samaniego estuvo cerca de la música, su papá fue quien lo enseñó a cantar, su abuelo era mariachi en Sonora, México, y un tío de él fue integrante del grupo Los Apson en los años 70. Aprendió a leer español recorriendo los cassettes para que su mamá le sacara la letra de las canciones, creció escuchando rock en español y mariachis; ya de grande estudió violín y canto clásico en California State University y fundó el primer Mariachi LGBTQ+ en el mundo.
Pero el camino no fue tan simple como se lee. En realidad, cuando Carlos decidió salir del armario durante su tiempo en la Universidad y declararse abiertamente gay, se rompieron estereotipos en el mundo de este género musical que ha resaltado por mucho tiempo la virilidad del macho mexicano, y debido a esto, se tuvo que enfrentar a muchos momentos de discriminación; eso no lo hizo dejar lo que le apasiona: música de mariachi.
En esta entrevista, Samaniego nos platica cómo nace el Mariachi Arcoiris (dos veces), los retos a los que se ha enfrentado y cómo ha sido también ese viaje como inmigrante y que hace que su música no solamente represente a la comunidad LGBTQ+ pero también a la comunidad latina y mexicana en Estados Unidos.
Carlos, platícanos tu historia como inmigrante y cómo fue que inició tu interés en la música.
Claro que sí, mis papás vinieron acá de ilegales, hoy en día ya son ciudadanos pero llegaron de ilegales, que en los años 70 era cualquier cosa, como cruzar una raya y ya, pero igual se tardaron un buen rato para arreglar papeles y hacerse ciudadanos, no tuvieron una educación muy formal; mi papá trabajo acá de muchas cosas, de soldador, chofer de camiones remolques, mi mamá estudió belleza en Mexicali para ser estilista pero acá se metió a clases de inglés y comenzó trabajos de oficina, el hecho es que los dos trabajaban y siempre me apoyaron en todo lo que yo quería hacer.
A mi desde muy chico me interesó la música porque mi papá me enseñó a cantar, mi papá es músico lírico, mi abuelo era mariachi, y un tío, hermano de mi papá fue parte de un grupo muy famoso en México en los años 60-70 que se llamaba “Los Apson”. El punto es que vengo de una familia de músicos, mi papá me enseñó a cantar desde que era muy pequeño, aprendí a cantar en español y así fue como también aprendí a leer en ese idioma, como nací acá toda mi educación era en inglés, mi mamá me sacaba la letra de las canciones, en ese tiempo todavía existían los casetes y le regresabas para agarrar la letra porque entonces no teníamos google, así aprendí.
En casa siempre hablamos en español y cuando entré a la secundaria me acuerdo que un día pasé por la clase de música, y escuché a un mariachi, dije ¿por qué estoy escuchando un mariachi en la secundaria? me regresé y era un mariachi de estudiantes, pedí hablar con el maestro y le dije que yo quería ser parte, que yo sabía cantar, y me dijo: – que bueno que sabes cantar pero aquí todos deben tocar un instrumento – yo dije: – estoy dispuesto a aprender lo que sea- y me dio un libro para que aprendiera cómo tocar el guitarrón. Así fueron los inicios del mariachi para mí.
Así fue como empecé a tener mis estudios con el mariachi y cuando fui a la prepa ahí no había, entonces los que fuimos de la secundaria a la prepa empezamos el mariachi ahí. Eventualmente me metí a grupos, digamos que no a nivel profesional porque eran grupos juveniles, pero ya eran grupos que no eran de la escuela, eran grupos que participaban en festivales, eventualmente cuando entré a la prepa me cambié al violín porque me apasiona mucho el sonido y quise estudiar formalmente, empecé a estudiar violín clásico, y es así como seguí adelante con mis estudios formalmente también en la universidad.
¿Y cómo y cuándo nace el Mariachi Arcoiris?
El mariachi Arcoiris tiene dos fechas de nacimiento, la primera fue en el año 2000 cuando estaba yo a mitad de mi carrera universitaria y estaba estudiando música clásica, estudié violín y canto clásico en “California State University”; ya estaba tocando con diferentes mariachis, de hecho gracias al mariachi me ayude a pagar mis estudios universitarios.
Estaba estudiando tiempo completo y fue alrededor de ese tiempo que salí del clóset.
Al hacerlo pensé y decidí que quería que la gente me tratara de manera igualitaria, no quería que se me tratara diferente a los demás, cuando salí del clóset quería conocer a otra gente de la comunidad LGBTQ+. En la Universidad había un grupo: “The Gay and Lesbian Alliance” tenían como meta promocionar la igualdad, la hermandad, y también hacían eventos durante la semana de orgullo gay, dentro de esos eventos uno era una boda, entonces el matrimonio dentro de las personas del mismo sexo no era legal y la boda funcionaba como protesta. Para la boda me invitaron a tocar con el mariachi.
A mí se me ocurrió, sería padre que fuera un mariachi gay, y todos se me quedaron viendo y dijeron, ¿puedes hacer eso? y dije: ¡no sé!
Empecé a hacer llamadas y a mucha gente le interesó. Así es que se formó un grupo y le nombré Mariachi Arcoiris.
Al evento asistió el dueño de un club gay que se acercó y nos dijo que nos quería contratar para tocar dos veces por semana. Lo hicimos por un año pero después me dediqué de lleno a mis estudios. De ahí nos separamos pero quedó esa semillita del Mariachi Arcoiris en mi cabeza.


Con el tiempo y después de graduarme seguía trabajando profesionalmente con diferentes mariachis, al ser abiertamente gay tristemente tuve que enfrentarme con mucha discriminación, con acosos, burlas, susurros detrás de mí, yo veía todo eso muy injusto, ese trato hacía mí no era igual que el que se le daba a otras personas dentro del grupo.
El ser abiertamente gay era tabú para ellos, mis compañeros de mariachi, a mi se me hacía injusto que ellos podían hablar de sus novias, sus esposas, y yo nunca podría mencionar nada de eso, al contrario, ellos insistían en que debería estar con una chica, casi me agarraban de la mano y me empujaban hacía las mujeres, tuve muchas experiencias así. Cada vez que pasaba eso pensaba: algún día voy a volver a formar el Mariachi Arcoiris.
A finales del año 2013 estaba trabajando con un mariachi acá en Los Ángeles, después de haber vivido en Italia y en Nueva York, de haber estudiado ópera siempre regresaba al mariachi, siempre fue mi fuente de ingreso seguro; después de otro incidente de discriminación que tuve dije: voy a volver a formar el Mariachi Arcoiris porque yo necesito un espacio seguro en donde pueda ser yo, en donde las demás personas también sean libres para ser como ellos son auténticamente, y podamos tocar nuestra música.

La primer mujer en integrarse fue Natalia Melendez, ella es la primer mujer transgénero en la historia del mariachi, es mi mejor amiga, ella fue parte del Mariachi original Arcoiris en el año 2000 mucho antes de su transición, entonces todavía no se identificaba como mujer, se identificaba como hombre gay. Ella es un ejemplo para muchas otras personas, al haber hecho su transición quizás no hubiera sido aceptada en una agrupación, aquí ella puede ser, y todos podemos ser quienes y como somos.
Regresamos a ese mismo antro, todavía existe y es igual, vaquero y gay, ya tenía otro gerente pero le dije que podía llevarle a un mariachi gay, me dijo -ok, para el 14 de febrero va a ser el primer show-. Encontré músicos y empezamos a trabajar ahí, ese fue nuestro aniversario el 14 de febrero del 2014 y desde entonces ha crecido mucho el mariachi.
Es así como inició el mariachi Arcoiris dos veces.
¿Cómo ha sido ese proceso de mantenerse unidos, cuál ha sido el mayor reto que han tenido?
Alguien me dijo una vez que ser director de un mariachi es más que nada saber controlar y entender las diferentes personalidades, y sí, cada quien tiene su personalidad, sus vidas a parte del mariachi, estudios, trabajos, tratar de que todos estemos «on the same page» tratando de que todos tengamos esa misma meta de promover nuestro mensaje de inclusividad, del profesionalismo del mariachi.
Nosotros representamos a dos comunidades, a la comunidad latina o mexicana hacía el resto del mundo acá en los Estados Unidos, y también a la comunidad LGBTQ+ es decir la no necesariamente mexicana o latina, y eso significa que nos invitan a tocar en muchos eventos, ese es un reto y una oportunidad de poder mostrar a la comunidad tan diversa en Estados Unidos, a personas que son como nosotros, hijos de inmigrantes y acercarlos a que conozcan la música mexicana.
Por otro lado es un reto representar la comunidad LGBTQ+ con los latinos y a los mexicanos en especial que tienen estereotipos muy arraigados, hoy en día gracias a los millennials y los Gen Z que son muy abiertos tenemos fans heteros, gracias a las redes y nuestros seguidores nos contactan para bodas hetero pero siempre es un reto.
Ustedes ahora son un ejemplo para nuevas generaciones, para ustedes quiénes han sido su ejemplo a seguir?
La verdad es que no hemos tenido esos ejemplos en grupos de mariachis LGBTQ+ porque nosotros somos los primeros, y como tú has dicho, ahora nosotros somos ese ejemplo para las generaciones que siguen, de hecho nos han escrito gracias a las redes, personas de pueblos de diferentes partes de México que nos dicen que ojalá existiéramos allá, que quisieran ser parte, que gracias a nosotros tuvieron la fuerza para poder salir del armario con sus familias, que son músicos de mariachi también. Eso es una responsabilidad muy grande y estamos agradecidos de poder dar un buen ejemplo.
Como ejemplo yo he tenido a las mujeres del mariachi, maestras que tuve acá en Los Angeles, porque ellas tuvieron que quebrar ese estereotipo antes que nosotros, a ellas tampoco se les permitía estar dentro del mariachi, se les decía que no sabían tocar, que las mujeres eran para la cocina; acá está el Mariachi Reyna de Los Ángeles, es el primer mariachi femenil en los Estados Unidos y es de muy buen nivel. Aunque siempre están los hombres machistas que cuando quieren decir algo bueno de una mujer mariachi, dicen: ella toca muy bien, toca como hombre.
Yo personalmente tuve ese ejemplo de mujeres dentro del mariachi que me dieron esa fuerza para poder pensar: yo también lo puedo hacer.
Dices que cuando saliste del closet buscabas que te trataran igual, crees que has logrado eso con el mariachi y también individualmente?
En lo personal siempre he exigido y buscado eso, creo que en el mariachi definitivamente lo he hecho. Pongo este ejemplo: el repertorio de la música de mariachi es muy machista, habla de amores, de mujeres, de la traición, o el amor hacía la mujer, entonces lo que hacemos en Mariachi Arcoiris es que le sacamos la vuelta a todo eso.
Como estudié música clásica, yo tengo en mi mente muy grabado, respetar la intención del compositor, la canción muy famosa de José Alfredo Jiménez “ella” no la voy a cambiar a “él” por querer cantar a un hombre, no le voy a cambiar la letra porque esa no era la intención del compositor, pero lo que voy a hacer es que la va a cantar una mujer en mi grupo, entonces ella, una mujer va a poder dedicársela a otra mujer.
Dentro del mismo grupo muchas personas que han entrado, que ya habían tocado mariachi en otros grupos se atreven a integrarse a este mariachi, con eso la gente sabe que eres parte de la comunidad LGBTQ+. Un integrante del mariachi, es no binarie, cuando entró al grupo entró como chico gay y a través del tiempo se dio cuenta de que tal vez era transgénero, pero no estaba muy seguro y ahora ya se dio cuenta que es no binarie, y usa los pronombres elle y ella, entonces ahora cuando está cantando y se refieren así mismo, por ejemplo la de “cielo rojo” ella cambia la letra, este ambiente les da esa oportunidad de poder hacerlo.



Cuál es la mayor diferencia que tu ves respecto a los mariachis en los que estabas antes (además de la discriminación y estereotipos) y el Mariachi Arcoiris?
Creo que la mayoría de las personas que veo gay, y que tocan en esos otros grupos, de alguna forma todavía forman parte de ese molde tradicional, qué bueno que se sienten lo suficientemente cómodos para estar en esos grupos, porque hoy en día sobre todo en este país, ya la mente es más abierta, y sobretodo cuando son grupos de personas como yo, pochos, de la primera generación de inmigrantes, que somos americanos. Las personas que nacieron, crecieron y estudiaron acá, sobre todo si tienen estudios más allá de la prepa tienen esa mentalidad más abierta.
Hay muchos grupos que son abiertamente gay y son bienvenidos, ¡qué bueno! Sin embargo las personas siguen en un molde un poco más tradicional, realmente no he visto a una persona que sea muy afeminado si es un hombre gay en uno de estos grupos, pero la cosa es que son más aceptados hoy en día que antes. Sin embargo no existe aún la apertura y aceptación al cien por ciento.
Lo que también noto es que se escuchan muy bien y todo pero no van más allá de lo que es una interpretación de la música de mariachi tradicional, no es algo malo, es mariachi y es una tradición, pero también dentro de esa tradición cabe un poquito de evolución, de desarrollo de la misma música, yo no estoy hablando de cambiar el género de la música, yo mismo batallo un poco con esa idea de qué tanto queremos interpretar la música de mariachi de otra forma, lo que si me gusta es que dentro del género del mariachi se pueden hacer bonitos arreglos nuevos, y se puede hacer otro tipo de interpretación de la misma música tradicional y de alguna forma darle un toque nuevo, algo un poquito más moderno para que a la gente le siga atrayendo sobre todo a las generaciones jóvenes, porque ellos son ahora los que van a contratarnos y comprar nuestros discos.

Actualmente el Mariachi Arcoiris está trabajando en su segundo álbum en el que habrá covers y popurris como en su primer disco, pero también se van a incluir algunas piezas originales.