Guachinangos: Una Fusión de Sonidos Latinoamericanos en Nueva York

Por VozEs

En la vibrante ciudad de Nueva York, donde las culturas se entremezclan y las historias se escriben a cada paso, ha surgido un proyecto musical que es un testimonio vivo de la diversidad y la pasión por la música tradicional y de como el viaje del inmigrante busca esos espacios seguros y cómodos que recuerdan a “casa”.

Conversamos con Juan Carlos Marín, el líder de “Guachinangos”, una banda que fusiona el son jarocho mexicano con la cumbia colombiana y otros ritmos latinoamericanos para crear una experiencia musical única.

El viaje de Juan Carlos Marín comenzó hace años, cuando llegó a Nueva York a los 18 años con su guitarra y una pasión por la música. Fue allí donde conoció a Gabriel Guzmán, quien lo introdujo en la riqueza de la música tradicional de México, incluyendo sonidos de Oaxaca, Guerrero, Veracruz y la región de la Huasteca. Juan Carlos confiesa que, en ese momento, no tenía experiencia en tocar este tipo de música.

La colaboración con Gabriel Guzmán llevó a la creación de la banda “Radio Jarocho”, donde conocieron a músicos talentosos como Julia del Palacio. Sin embargo, la verdadera transformación de su sonido ocurrió cuando se aventuraron a fusionar estos ritmos tradicionales con otros géneros e instrumentos, abriendo un nuevo mundo de posibilidades. La influencia africana del son jarocho, el zapateado con toques flamencos, el joropo colombiano y los ritmos africanos se fusionaron de manera sorprendente, creando una base rítmica común que definió la identidad de Guachinangos.

Con el tiempo, el proyecto creció y atrajo a músicos de diversas nacionalidades. La maestra de danza afrocolombiana Elvira Bustamantes se unió al grupo, aportando su experiencia y maracas colombianas al sonido. La conexión entre México y Colombia se fortaleció, alimentando la esencia de “Guachinangos”. En Nueva York, una ciudad llena de diversidad, encontraron una comunidad apasionada por el son jarocho y la cumbia, lo que contribuyó al crecimiento de su proyecto.

Juan Carlos Marín subraya la importancia de rescatar la música y la cultura tradicional y promover la integración de sonidos urbanos. La música es su conexión directa con sus raíces y un puente para que la gente entienda las raíces de la cumbia y la música tradicional. Elvira Bustamantes agrega que conectar con sonidos tradicionales representa una base real de dónde provienen las manifestaciones musicales latinoamericanas. La misión de “Guachinangos” es mostrar esta herencia cultural y darle vida en un contexto moderno y diverso.

En Nueva York, han encontrado una comunidad apasionada por el son jarocho, y los “fandangos” se han convertido en lugares de reunión para músicos y amantes de la música tradicional. Aunque la migración implica adaptación, “Guachinangos” se esfuerza por mantener su autenticidad y raíces en su música. La música no solo conecta a estos artistas con sus raíces, sino que también les brinda un sentido de identidad en un lugar lejano. La música trasciende las barreras culturales y les permite sentirse más cerca de su hogar.

“Guachinangos” no solo busca entretener al público, sino también inspirar a las generaciones futuras. La banda está involucrada en la educación musical y busca becas para invertir en recursos que promuevan la música tradicional en la juventud.

Esta agrupación es un testimonio vivo de cómo la música puede trascender fronteras y unir culturas. Con su fusión única de sonidos tradicionales mexicanos y colombianos, están dejando una huella duradera en la escena musical de Nueva York y más allá. Su música es una celebración de la diversidad y la riqueza de las raíces culturales que todos llevamos dentro.

Fotos: Cortesía

Conoce y sigue a este grupo musical en: www.guachinangos.com

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