Paquiliztli, alegría en crochet

Por VozEs

“Paquiliztli” en Náhuatl significa “alegría”, antónimo de la tristeza que el artesano, tejedor de crochet Diego Armando Juárez Viveros, sintió al ver que la inteligencia, el trabajo y la dedicación de los pueblos indígenas no recibe el reconocimiento debido.

Nativo de Zacapu Michoacán, Diego migró hacia California con su familia en 1990 cuando tenía cuatro años, ahí adoptó el inglés como segunda lengua, hace cuatro años se enseñó Náhuatl y actualmente está aprendiendo Purhépecha, lengua de su natal Michoacán.

Desde pequeño, el artesano demostró una gran curiosidad por las actividades manuales, recuerda que de niño caminaba solo a la biblioteca en busca de manuales para hacer piezas de origami; tiempo después ya de adulto, visitó la biblioteca nuevamente a buscar textos que le ayudaron a perfeccionar la técnica de ganchillo que inicialmente aprendió de su mamá.

“Busqué libros de crochet, encontré cómo agregar colores y después busqué en Youtube a ver si había gente que hacía imágenes con el tejido, encontré a una autora que se llama Carol Ventura que tiene un libro que se trata precisamente de tejer imagen con crochet y de esa manera fui aprendiendo cómo se hacía” recuerda Diego.

Dichos libros y videos, su habilidad e inteligencia innata pero sobre todo la pasión por aprender y retomar su identidad lo ayudaron a perfeccionar la técnica y crear su propio sello.

Bioquímico y Farmacéutico por la Universidad de San Diego, el michoacano cuenta que fue entre los 20 y 23 años que se empezó a involucrar en actividades universitarias que rescataban su cultura: bailes folclóricos, la danza azteca y clases sobre la historia de México.

“Así fue como tuve interés en la cultura e historia. Comencé a pensar quién era yo y de dónde venía, y quería expresar mi lado indígena, en mi vida he notado que hay mucha discriminación contra los pueblos indígenas y empecé a decir en mi mente: hay tanta historia, el haber podido construir pirámides y tantas ciudades que han existido requiere mucha inteligencia, mucha dedicación” narra el artesano.

Desde hace cuatro años Diego da clases de Náhuatl en línea, esto le ha permitido darse cuenta de que su generación, jóvenes que se vinieron desde muy pequeños a los Estados Unidos, tiene un gran interés de conocer su cultura y su lengua de origen; su meta con las clases y el tejido es que pueda servir de inspiración para que se enorgullezcan de sus raíces y busquen ese cambio que los motive a ser mejores con lo que son. 

En su opinión, la fortaleza y el orgullo por nuestras raíces se obtiene entrelazando la educación y la aceptación de nuestra identidad, rechazando los prejuicios y mostrando siempre la alegría tan característica de nuestra cultura latina. Aceptando que somos mestizos y que debemos conocer ambos lados.

El artesano ha participado en shows de arte en Ventura y Vallejo California, esto le ha permitido conocer gente y dar más a conocer su trabajo y su cultura, actualmente ha recibido más de 750 solicitudes para sus clases de Náhuatl y tiene seguidores de Europa y Rusia interesados en su arte. De tiempo completo trabaja como farmacéutico. 

Conoce más de su arte en crochet en su web o redes sociales:

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