Por Andrea Bredar
El que tenga la fortuna de cruzarse con Don Luis y saber de su historia, pronto se dará cuenta que este personaje tiene el don de dibujar sonrisas. Su energía, empatía y don de gente se transmiten instantáneamente. Qué bonito es cruzarse con personas que tengan tan arraigado ese sentido de pertenencia y busquen siempre maneras de compartir su cultura en tierras lejanas, a la vez de velar por el bienestar de su propio pueblo.

En Vozes, tuvimos el agrado de charlar con él y conocerle más a fondo. Don Luis nació en la ciudad de México, creció en Michoacán y emigró a Estados Unidos en 1994, viviendo la gran mayoría de años en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, donde conforma un lindo hogar con su esposa y tres hijos.
Desde pequeño tuvo como pasatiempo escribir y componer. Aunque al principio lo tomó como una forma de entretenimiento; ya tiene varios poemas y 12 de sus canciones han sido grabadas por cuatro bandas mexicanas, entre ellas la Banda Efectiva y Banda Trigueña. Allí ha podido mostrar un poco de la cultura michoacana y darla a conocer en USA. Que le grabaran sus canciones, asegura Don Luis, ha sido su máximo sueño y una gran satisfacción dejar plasmado lo que tanto le gusta hacer.
A la pregunta de cuándo se da cuenta que tiene este gran talento, Don Luis responde que: «cuando un futbolista tiene el talento de jugar no se da cuenta, él lo hace porque ama jugar y disfruta lo que hace»; así él siempre ha escrito lo que se le venía en la mente desde pequeño. En el año 2000 participó en un concurso de poesía en una emisora radial de Hickory NC, con motivo de celebración del día de madres donde quiso medir su talento y obtuvo el primer lugar. En aquella ocasión, el locutor le recomendó guardar todos sus poemas porque no cualquiera tiene este don.
Don Luis también tiene una organización llamada El Color del Arte y la Cultura. Su objetivo desde hace ya varios años es recuperar y difundir la tradición del Día de los Muertos. Se ha presentado en los museos de Levine en Charlotte y Concord Museum of History; además de la Iglesia Católica Nuestra Señora de Guadalupe y en varios Flea Markets locales. Allí explica cómo es la tradición michoacana y cada elemento que se pone en el altar a todo transeúnte curioso.

Para Don Luis es importante recalcar que no se debe confundir este Día de Muertos con La Santa Muerte (figura icónica mexicana). Él hace énfasis en que las calaveras que se utilizan en el altar hacen referencia a los familiares fallecidos en el año. También contextualiza que este ritual es una tradición centenaria pues antes de la evangelización y la llegada de la religión Católica a las Américas, el pueblo mexicano tenía ese sentimiento de expresar su amor por el ser querido que falleció conmemorándolo un día específico al año.
Explica además que esta hermosa celebración que lo llena de orgullo, empieza el primer día de Noviembre a las 12 de la noche para finalizar 24 horas después; tiempo en donde las campanas no dejan de sonar, pues anuncian la llegada de los muertos. Ellos comienzan su paso por el panteón donde se les pone un arco y se dirigen hacia la ofrenda que cada familia ha puesto en su honor; mismo lugar donde se les ofrece su comida y todo aquello que está sobre el altar; detrás de este se pone otro arco, donde se cree que por allí terminan su viaje. En este periodo de tiempo se guarda silencio para que puedan estar a gusto.
Hay tantas tradiciones y responsabilidades alrededor de este ritual asegura Don Luis, y es para él un placer no solo darlo a conocer, sino inculcarlo a las nuevas generaciones, para lo cual está realizando proyectos con La Coalición Latinoamericana para traer artesanos michoacanos y conocedores de este importante ritual y difundirlo entre la comunidad durante el Día de Muertos que celebra la organización cada Noviembre.
También tendrá un taller dentro del marco de la celebración, donde quiere acercarse al público más joven y explicarles en qué consiste esta tradición y exponer una vivencia de cómo llegan “los muertos”, cómo se van, a qué vienen y porqué. Este 2022 será el responsable de hacer el adorno para la celebración del Día de Muertos de La Coalición Latinoamericana en Charlotte, dándole su toque michoacano y así recordar a su región del Pátzcuaro, cuna de esta importante tradición y toma de referencia para la película de Disney, Coco.
Viviendo en Estados Unidos por casi tres décadas, Don Luis siempre menciona a su pueblo en México y es bonito saber que no se olvida de los suyos y sus raíces. Allá, él tiene varios proyectos con su gente, entre ellos celebrar la navidad. Desde el 2010 instala y decora un gran árbol de navidad en el centro del pueblo y recolecta juguetes para el goce de los niños el Día de Reyes. Sueña a futuro con abrir un estudio de grabación, donde se les abran las puertas a todos los niños que quieran explorar este oficio. “Que toquen todos los botones y miren para qué sirven”, “quiero pensar que con esto se construyan nuevos Ingenieros de sonido en un pueblo donde hay tantos talentos y tantos artistas nuevos”. Todo esto de manera gratuita, alejándolos así de los vicios y de la drogadicción.



Otra obra social en la recientemente se involucró el Señor Luis fue en el programa de Palomas Mensajeras de Michoacán. Este programa promueve la reunificación de personas que migraron décadas atrás a Estados Unidos y no habían logrado tener un contacto físico con sus seres queridos en México. A estas personas se les da asesoría y acompañamiento en trámites de pasaporte y visado. En el año 2020, el Señor Luis fue voluntario y participó de este primer gran encuentro entre 14 familias, la mayoría padres de avanzada edad que no habían visto a sus hijos en más de 20 años.
Cuenta que fue una de las experiencias más conmovedoras que ha vivido, pero recuerda con tristeza que en el transcurso de dos años de trámites, hubo padres que se llevaron a la tumba esa ilusión de abrazar de nuevo a sus hijos. Aunque el programa actualmente está cancelado por cuestiones de la pandemia y la nueva administración, Don Luis desea volver a participar en este proyecto tan humanitario.
A la pregunta de por qué cree que usted es tan carismático y servicial, Don Luis responde con la nobleza que lo caracteriza que “quizás es parte del corazón que le pone a uno el creador”.
“Quiero pensar que me ha emocionado siempre dibujar sonrisas, y eso es lo que me mantiene haciendo estas cosas”
Aquí i te dejamos una muestra de las composiciones de Luis Abundez: